Friday, January 9, 2015

Alejo Carpentier


 Incidencias surrealistas en la literatura de Alejo Carpentier

Este trabajo de investigación  expondrá  la incidencia del surrealismo en la literatura de Alejo Carpentier (1904-1980)  y las afirmaciones de los críticos sobre el surrealismo presente en una de sus novelas fundamentales,  El reino de este mundo (1949). Tratará también el tema de lo real maravilloso americano (género de literatura que combina elementos fantásticos y fabulosos con el mundo real) presente en esta obra como una expresión de la realidad americana y como una propuesta de la necesidad de una creación artística esencialmente latinoamericana. 

Es sumamente interesante que en esta obra  hay un vínculo entre lo real maravilloso  y  la mitología del vudú,  ya que ésta aparece como parte integrante de “lo maravilloso americano” tal como lo dejó claramente representado Alejo Carpentier  cuando dice: “¿pero qué es la historia de América toda sino una crónica de lo real maravilloso?” (Maturo 72).

 Los diccionarios dicen que lo maravilloso es lo que causa admiración por ser excelente, extraordinario y admirable.  Se une a esto la noción de todo lo bello, hermoso y amable descripción presente en las palabras del mismo Alejo Carpentier cuando nos dice: “lo real maravilloso que yo defiendo es lo real maravilloso nuestro, lo que está en estado bruto latente, omnipresente en todo lo latinoamericano. Aquí lo insólito siempre es cotidiano” (14).

 Otro ejemplo lo tenemos; al recordar la frase de Bernal Díaz cuando contempla la ciudad de México por primera vez y dice:

“…todos nos quedamos  asombrados y dijimos que estas tierras, templos y lagos se parecían a los encantamientos de que habla el Amadís”(69).  En esta frase tenemos un claro ejemplo de lo sorprendente que fueron los primeros contactos, del hombre de Europa con lo real maravilloso americano.

El enfoque de la incidencia que tuvo el surrealismo en la literatura latinoamericana (el cual surgió en las novelas de Alejo Carpentier alrededor de los años 40), comienza después que el autor trabaja varios años para la radio en Francia, experiencia  que además,  le sirvió para reconocer y desarrollar su potencial poético y didáctico.

La radio no sólo sincronizaba a una sociedad entera, sino que también permitía  relacionar el lenguaje con la música. Llegaba a una cantidad inimaginable de personas. Podemos decir que este poder de la voz radial sobre las multitudes es afín a la hipnosis y a lo surrealista, considerando que la voz radial sobre el subconsciente colectivo se aproxima a la práctica surrealista de la escritura automática.

Anke Birkenmaier considera la obra de Alejo Carpentier:

“Como un espacio donde se evidencia la trascendencia del surrealismo en ámbitos culturales distintos al francés. Carpentier hizo contacto con Breton y a pesar que se distanció de él desarrolló su obra periodística literaria en continuo roce y confrontación, tanto en Francia y tras su vuelta a Cuba, con un ambiente surrealista ineludible”. (13)

Carpentier fue uno de los primeros en incorporar la percepción surrealista de la vida moderna latinoamericana en sus obras, y para ello utiliza una gran cantidad de tópicos surrealistas que tienen su origen en los textos de Breton y en experimentos radiofónicos. Se puede decir entonces que  la ficción de Carpentier está íntimamente relacionada con el surrealismo no tanto mediante la cita literaria, sino a través de todos estos métodos y narrativas aprendidas de la radio y de disciplinas como la etnografía (de etno y logía)  es la ciencia que estudia las causas y las razones de las costumbres y tradiciones de los pueblos,  y de sus sociedades con sus mitos) de las que se habló anteriormente.

Fue así como el novelista cubano se sintió fuertemente atraído por el surrealismo, uno de los movimientos más fecundos tanto en literatura como en arte del siglo XX.  Esta atracción nació en el escritor  como fruto de su contacto con los campesinos y con grupos minoristas de La Habana. Luego de este evento, continuó su trayectoria hasta escribir  El reino de este mundo, que  en síntesis  es una representativa de las luchas independentistas del Haití negro contra el colonialismo francés y  una evidencia de los elementos africanos presentes en las Antillas hasta el día de hoy.

El pensamiento surrealista se nutría del pesimismo cultural de los años veinte y de las culturas primitivas con sus ritos y fiestas que revelaban a un hombre más cercano a sus orígenes africanos. De esta mezcla entre la etnología  y el surrealismo nacen las novelas de Carpentier con un afán de exaltar lo exótico, dado en este caso por el criollismo, el vudú, el realismo mágico  o maravilloso y lo negro.

Según nos señala René Depestre: “… si se entiende por maravilloso todo lo que en la vida se aleja del orden natural y ordinario de lo hechos y de las ideas, son pocos los países en el mundo que por ese camino del sueño, hayan avanzado con tanta gracia y audacia como Haití” (141).

Se puede decir que muchos de los acontecimientos narrados en El reino de este mundo han sido tomados de acontecimientos históricos  y de mitos que no son más que realidades vividas y recordadas permanentemente.

Se expone a continuación la temática de esta novela,  ya que en ella el autor nos da su idea de que América resulta el continente de lo real o maravilloso.  Es así como en esta obra los personajes de ficción se mezclan con las figuras históricas.  Así están por ejemplo entremezclado, Henri Cristophe, Paulina Bonaparte, los palacios, la revolución, y  en realidad todos los personajes históricos o de ficción  parecen quedar atrapados en la maraña de lo sobrenatural.

 Aunque la mayoría de los personajes son reales e históricos, Carpentier los trata con un sentido más simbólico que real. Simbólico por ejemplo es el personaje Ti Noel ya que es ficticio y es utilizado por el narrador como testigo principal o como  protagonista de la novela pero, en realidad, este personaje es usado para exponer el punto de vista del propio autor. Ahora bien, este hecho de usar la perspectiva de un personaje ficticio y no usar el de otros con carácter histórico que aparecen en el relato, demuestra la labor del autor de transferir en maravilloso un período real de la historia americana.

Ti Noel es además utilizado como una forma de comunicar lo real maravilloso y el surrealismo que encierran las prácticas del vudú y de magia que tienen algunos capítulos.  Es este personaje quien representa el mundo mágico de los negros en oposición al mundo de los colonos.  Por otro lado tenemos a otro personaje como lo es Paulina Bonaparte que va a simbolizar el exotismo europeo en contraste con el mundo haitiano.

El reino de este mundo narra pues, la historia de un esclavo negro llamado Ti Noel que trabaja en una hacienda de blancos en la Isla de Santo Domingo. Él es un esclavo perteneciente a un francés llamado Monsieur Leormand,  y en ese mismo lugar trabaja otro esclavo de nombre Mackandal que tiene poderes sobrenaturales y encabeza una revuelta de esclavos. Es así como a través de estos hechos revolucionarios que  esta novela nos narra el proceso de independencia haitiano y el levantamiento de los negros, encabezado por un jamaiquino llamado Boukman.

Esta novela también habla del pasado histórico de Haití ya que como se mencionó anteriormente la trama de la novela se desarrolla en la Isla de Santo Domingo, que hoy está dividida en república de Haití y República Dominicana. Ciertamente esta novela posee mucha documentación de la verdad histórica y de los acontecimientos presentes en  los nombres de los personajes, calles, lugares y fechas en la que suceden los hechos. Un ejemplo de esto es cuando Ti Noel y Mackandal pasan a ser esclavos de un rey  negro llamado Henri Christophe, y con este dato proporcionado por el autor, se deduce con certeza que este hecho, ocurre en la segunda mitad del siglo XVIII y la primera del XIX. Ya que este personaje fue en la vida real el presidente de Haití en los años  (1807-1811) y rey en (1811-1820).  Nacido en la isla de Granada, y quien después de pelear en Georgia durante la Revolución Americana, se dirigió hacia las colonias francesas caribeñas de Santo Domingo (ahora Haití) en donde se unió a los negros insurgentes para pelear en contra de Francia hasta convertirse en uno de los líderes principales.

 A continuación se exponen algunas de las huellas surrealistas presentes en  El reino de este mundo, las que se pueden ver reflejadas en esa nueva estética surrealista, aplicada por primera vez al tema americano. Se ve que Carpentier juega con la abstracción  en esta novela,  tanto en los personajes como en los acontecimientos, y con ella se despierta ese deseo de plasmar la mitología viva americana con sus selvas maravillosas, con el mundo mágico y con la presencia afrocubana presente en los instrumentos de música, en el canto, en el ritmo y la religión.

 La música es una de las pasiones de este autor reflejada en la novela, que junto a todo lo anterior forma una mezcla de lo real y lo fantástico, que  es ese mundo mágico que está presente en América y que se expresa con lo insólito, lo asombroso y lo que se sale de las normas establecidas para causar un efecto en los lectores. Se revelan rasgos surrealistas, por ejemplo: lo fantástico de los hombres que vemos en la metamorfosis de Mackandal y la transformación de Ti Noel al final. También se ve lo real maravilloso en las acciones de los seres humanos como por ejemplo: en el hecho de los esclavos  querer liberarse de la esclavitud y la opresión, en el hecho de querer liberarse de la muerte y de las enfermedades usando poderes sobrenaturales. También se aprecia en el sentido revolucionario, visualizado en los levantamientos de los negros. Se ve también cuando se hace alusión a la crisis, a la decadencia social, al desengaño del hombre que siempre se encuentra rodeado de miserias, de muerte y rodeado de muchas escenas violentas.

Según nos señala la investigadora alemana Anke Birkenmaier:

“En los textos de Carpentier  podemos escuchar una voz latinoamericana representada en los negros y los indios. Una voz que viene del inconsciente que aprovechan los surrealistas en su escritura automática y manifestada a través de medios como la radio y el gramófono.  También nos muestra los procesos surrealistas en el montaje, la asociación y en el lenguaje”. (27)

Mariano Picón Salas dice que, “Esta obra está escrita en un lenguaje colorista, lleno de voces misteriosas y simbólicas como por ejemplo: garañones, el mandinga, barragana, cuarterona, trapiche, cimarrón, jimaguas, etc” (27). Todos estos términos los usa el autor según nos dice Fernando Alegría: “Como síntesis poderosas y profundas, amalgamas de hombres y ambientes de visiones que superan lo circunstancial y cotidiano y que es en definitiva un lenguaje barroco tropical lleno de construcciones ornamentales” (8).

Se ha visto que El reino de este mundo es en resumen, una representativa de las luchas independentistas del Haití negro contra el colonialismo francés. Motivo por el cual en esta obra destacan muchos de los elementos africanos actualmente presentes en las Antillas, como por ejemplo: una serie de mitos y de acontecimientos históricos que como nos dice Landry –Wilfrid Miampika: “Organizan el tiempo de la ficción desde una perspectiva social y para un proyecto histórico de emancipación” (159).

Ahora bien, según Irlemar Chiampi dice:

El reino de este mundo muestra la ‘mitologización de la historia’ y la ‘historización del mito’ como procesos integrados y como una muestra de conciencia histórica. En donde todos los personajes negros tienen participación en estos mitos,  que se originan en  los ritos del vudú, y con los que estos seres humanos evocan sus temores, deseos y visiones del mundo. (160)

En  El reino de este mundo se plantea el problema esclavista en complicidad con la naturaleza junto con la persecución y opresión del hombre por el hombre, que la Revolución no logra solucionar. También podemos decir que en esta obra, existe un choque entre el mundo del iluminismo del siglo XVIII francés, con el mundo mágico americano. Más de un fragmento de esta novela  se ha quedado grabada en la memoria, por ejemplo: ¿cómo no recordar la alucinante descripción real maravillosa de la salvación de la hoguera del rebelde negro  Mackandal descrita en esta novela?  ¡Estuvo fantástica!

Según nos señala Leonardo Padura Fuentes: “la idea de concebir a América, su historia sus hombres, su cultura y hasta su naturaleza como una síntesis  privilegiada de presencias, acontecimientos y procedimientos maravillosos, tiene su primer correlato artístico cabalmente consciente en la novela  El reino de este mundo” (274).

 Carpentier tuvo un propósito en contar la historia verdadera de la revolución haitiana, la que por cierto está basada en la fe religiosa y en una religión vigente, razón de ser de los esclavos negros. Y es que esta novela trata varios aspectos importantes  ya que surge en un período de formulación y reafirmación de las novedosas ideas americanistas de Alejo Carpentier. 

En el contexto socio cultural  por ejemplo, esta novela narra los acontecimientos de la historia de Haití, durante dos siglos en los que se dio el tráfico masivo de esclavos africanos y se vieron revueltas contra el colonialismo esclavista y la rebelión de 1971 para luego  lograr su independencia el primero de enero de 1804.

Carpentier pertenecía al grupo de escritores surrealistas radicados en París, que cansados ya de la cultura occidental, de ese mundo en decadencia, incitan a Carpentier a trasladar la técnica surrealista a una América virgen, a su paisaje, a sus gentes, a su historia con una visión diferente, es de allí que se despierta en Carpentier el deseo de plasmar la mitología americana, con sus selvas maravillosas, pero con un estilo propio representativo de la historia de América: la mezcla de lo real, y lo fantástico, el mundo mágico. Que por cierto se encuentra presente en América, es decir,  no es algo que hay que inventar: Así lo expresa el mismo Carpentier en el prólogo a El reino de este mundo cuando dice:

Después de sentir el nada mentido sortilegio de las tierras de Haití, de haber hallado advertencias mágicas en los caminos rojos de la meseta central, de haber oído los tambores del Petro y del Rada, me vi llevado a acercar la maravillosa realidad recién vivida a la agotante pretensión de suscitar lo maravilloso que caracterizó ciertas literaturas europeas de estos últimos treinta años. (3)

Carpentier propone la fe, como vehículo de percepción de la existencia de una realidad maravillosa y hace una  diferenciación con el realismo mágico americano. Según nos señala Salvador Bueno: “en esta obra se refleja no solo el continente americano, sino que además, se refleja la  naturaleza física, la comunidad insular y las cuestiones básicas y peculiares de ese país” (2).

Con esta investigación se puede determinar que las prácticas mágico religiosas todavía existentes y practicadas tanto en el Caribe como en América Latina,  y que son popularmente conocidas como el vudú, son prácticas esenciales de la historia de Haití. Que tienen sus comienzos con la llegada de los de los primeros cargamentos de  negros, traídos como esclavos a Santo Domingo, quienes  llegaron bajo el dominio francés en la segunda mitad del siglo XVIII.

Según señala Landry-Wilfrid Miampika: “el vudú es la religión popular fundamental de Haití y sirvió en la historia política como fuerza unificadora contra la esclavitud y contra la colonización a finales del XVIII” (143).

Patrick Collard corrobora este tema al comentar: “Los surrealistas franceses en general estaban muy interesados en el ‘vodú’ haitiano, mencionado en los textos de André Breton, Georges Bataile y Michel Leiris” (17).

Es por ello que en los años 40 Haití fue visitado tanto por escritores y artistas franceses como latinoamericanos. Entre ellos estaban Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Wilfredo Lam, y fue precisamente ese atractivo exótico del vudú, con sus posesiones, y muertos vivos (zombis), o la magia primitiva de su pueblo, las que  movían a todos estos artistas a visitar Haití o  “Isla mágica” como la llamaba William Seabroock.  En 1929 un libro de viajes recoge las experiencias vividas por Seabroock durante más de un año de estancia en Haití.  Buena parte del libro está dedicada a retratar las costumbres sociales y los complejos matices políticos de esta isla. Lo que lanzó de inmediato a la fama, escandalizando, fascinando y horrorizando a muchos de sus lectores, fue la descripción pormenorizada y colorista que del vudú y sus prácticas mágicas y religiosas trazó el autor. Durante su estancia en Haití este viajero siempre curioso consiguió llegar a conocer los secretos de la religión haitiana.

 En el caso de Carpentier fueron razones más etnográficas que exóticas las que lo movieron a viajar a este lugar y a escogerlo como escenario de El reino de este mundo.

Llama mucho la atención el conocimiento detallado que Carpentier tenía de la etnología haitiana, y de sus sociedades con sus mitos, fiestas, leyendas y del modo tan preciso que nos describe la evolución de Haití con lujo de nombres y títulos. De ese mismo modo nos relata la Revolución haitiana, que fue por cierto, la primera revolución latinoamericana de origen popular.

Por otro como lo señala  Rita de Maeseneer: “la idea de la des-individualización de la persona posesionada por un espíritu que empieza hablar a través de ella, debe haber fascinado sobre todo a los surrealistas franceses tan dados a eliminar el consciente a través de la escritura automática” (22).

 El reino de este mundo narra entre otras cosas, la historia de Haití entre 1750 y 1820.  En ella se refleja el vudú, que es la religión popular fundamental de Haití,  y que sirvió como fuerza unificadora contra la esclavitud y contra la colonización a finales del siglo XVIII desempeñando un papel revolucionario por la independencia. Además, el vudú hace posible la supervivencia de la herencia cultural africana, ya que era como una resistencia contra la cultura dominante del momento.

Según Patrick Collar: “Una de las razones por la cual Carpentier y otros se habrán sentido atraídos por la etnología haitiana fue su exploración sistemática de la relación privilegiada entre la religión (sobre todo el vudú) y el subconsciente colectivo” (20).

En medio de esta mitología del vudú con todas sus prácticas mágico religiosas, y cultos a espíritus que vienen de Guinea, aparece en El reino de este mundo como parte integrante de lo real maravilloso americano. El vudú constituye la base ideológica de la lucha que se emprenderá por la libertad de los esclavos y la independencia de Haití.  Con la novela El reino de este mundo Carpentier no se aparta de las técnicas surrealistas. Al contrario, toma de ellas la expresión, el lenguaje, y la visión estética.

     Los distintos episodios que sirven como ejemplo de lo real maravilloso son: los viejos clisés de la selva de Brocelianda, los caballeros de la Mesa Redonda, el encantador Merlín y el ciclo del rey Arturo. Carpentier demuestra con estos episodios que se puede ser surrealista sin necesidad de emplear la magia. Según nos dice Fernando Alegría lo que Carpentier se propone es: “demostrar que el mundo fantástico de la poesía maldita del siglo XX, así como la tradición gótica alemana e inglesa y del surrealismo negro, es una realidad y que en América existe un depósito activo de fuerzas mitológicas a veces dormidas, bajo una capa de occidentalismo superficial” (25).

Es por ello que en el terreno del arte, esta novela da realidad a todo un sistema de símbolos que la cultura europea no concibe sino en un plano estético abstracto. Se puede deducir  que en esta novela hay una relación entre surrealismo y arte popular  que es el arte realizado por el pueblo y para el pueblo, generalmente de una manera anónima, con finalidad decorativa y con materiales simples y de escaso valor material.

La cultura afrocubana la encontramos presente en esta novela en los instrumentos de música en el canto que es una forma de oralidad, y por la transmisión de conceptos universales como la magia, el ritmo, la música y la religión.

En esta novela el tipo de narrador es omnisciente y los temas tratados son la esclavitud, la búsqueda de la libertad, la superstición, la muerte y la violencia.  Aparecen varios personajes históricos con artes de narradores que se refieren a varios hechos ocurridos en el “Gran allá” uno de ellos era Mackandal.  Inclusive, se ve los poderes que tenían al ocurrir transformaciones de hombre a animal (Metamorfosis). Es así como se da lo real maravilloso, mediante la presencia del vudú en esta novela, con todas esas descripciones de los legendarios dioses guerreros que constituyen un vínculo con sus ideales por la libertad, y la lucha contra los opresores. Este mito del “Gran Allá” representa la mitología de los negros que añoran su libertad, (el mito es una narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico), por lo que estos esclavos llevan a cabo todos estos ritos para invocar a los dioses con el fin que vengan y los ayuden a liberarse del yugo de la esclavitud.

Según señala Zulma Palermo: “Los negros de Haití , al protagonizar una revolución dentro del mundo blanco, irrumpen en la historia universal desde el estático y mitológico Gran Allá, la Guinea de los mayores a la que permanecen ligados” (73).

Carpentier nos presenta un proceso de deshumanización del hombre y una personificación de las cosas. Por ejemplo cuando dice:

     En las ciudades los artesanos eran diestros en ablandar los metales, forjando espadas que mordían como navajas… Ríos caudalosos, nacidos del hielo, lamían los pies del hombre.  Bajo cobijas de palma dormían tambores gigantescos, madres de tambores, que tenían patas pintadas de rojo y semblantes humanos, Las lluvias obedecían a los conjuros de los sabios. (15-16)

     Luego tenemos otro ejemplo cuando nos dice: “El veneno se arrastraba por la llanura del Norte, invadiendo los potreros y los establos. No se sabía cómo avanzaba entre las gramas y alfalfas, cónio se introducía en las pacas de forraje, cómo se subía a los pesebres” (27).

 Carpentier hace con estos párrafos alusión a la crisis y decadencia social y al desengaño de los seres humanos.

     La historia narrada por Alejo Carpentier en El reino de este mundo es una historia increíble, rica en asociaciones, simbolismos y un reflejo de un mundo vigoroso que vendría siendo el mundo americano, contrapuesto a otro mundo decadente que es el mundo europeo.  La primera parte del libro lleva a la visión mágica de la realidad que corresponde al mundo de las  culturas primitivas que  es un término antropológico  que se aplicaba para designar a la cultura que careciera de los principales signos de desarrollo económico y de modernidad. Es utilizado habitualmente en plural (culturas primitivas), en este caso a pueblos provenientes del África cuya religiosidad incorpora elementos del cristianismo bajo la forma del vudú. 

     La segunda parte se traslada al plano social sobre el cual incide lo religioso como un elemento que transformará la historia y también señala el enfrentamiento cultural entre el mundo mágico negro y el mundo occidental enciclopedista.

     En la tercera parte sucesos reales y míticos con carácter insólito como lo son el reinado de Henri Christopher,  con los que se afirma la historia de América Latina.  El reino de este mundo, un relato en donde el lenguaje barroco ha servido para expresar ese mundo, ese paisaje maravilloso, todas esas gentes con sus mitos ancestrales de los negros.  Éstos se prestan para que el autor haga uso de  un lenguaje exuberante que es como una huella o impresión del surrealismo europeo, que nos dejó impreso en esta novela el escritor cubano Alejo Carpentier.

                                      Obras Citadas

Birkenmaier, Anke. Alejo Carpentier y la cultura del surrealismo en América Latina.

 Madrid: Iberoamericana. 2006. Print.

Bueno, Salvador. Historia de la literatura cubana. Cuba: Nacional de Cuba. 1954. Print.

Carpentier, Alejo. Razón de ser. La Habana: Letras Cubanas. 2007. Print.

Carpentier, Alejo. El reino de este mundo. Barcelona: Seix Barral. 1949. Print.

Carpentier, Alejo. Crónicas. Prólogo. José Antonio Portuondo. La Habana: Letras

Cubanas. 1985. Print.

Carpentier, Alejo. La consagración de la primavera. Introducción. Julio Rodríguez

 Puértolas. Madrid: Castalia. 1998. Print.

Carpentier, Alejo. Acá y allá. Pittsburgh: Instituto internacional de literatura

Iberoamericana. 2007. (Serie Antonio Cornejo Polar). Print.

Collar, Patrick. En el centenario de Alejo Carpentier. New York: Rodopi. 2004. Print.

Chiampi, Irlemar. El realismo maravilloso. Forma e ideología en la novela                   hispanoamericana. Caracas: Monte Avila. 1983. Print.

Depestre, René. Haitian Literature and Culture. (Part 1) Callaoo. 1992. Print.

Diccionario de la Real Academia Española. 22ª ed. Real Academia Española. Web. 22

      Nov. 2010.

Landry- Wilfrid, Miampika. (Descartes, René)Transculturación y poscolonialismo en el Caribe. Madrid: Verbum. 2005. Print.

Márquez Rodríguez, Alexis. La obra narrativa de Alejo Carpentier. Venezuela: Ediciones de la Biblioteca  Central de Venezuela. 1970. Print.

Mocega González, Esther. Alejo Carpentier: estudios sobre su narrativa. Madrid: Playor.1980. Print.

Padura Fuentes, Leonardo. Un camino de medio siglo: Alejo Carpentier y la narrativa de lo real maravilloso. México: Fondo de Cultura Económica. 2002. Print.

Palermo, Zulma. Historia y mito en la obra de Alejo Carpentier. Buenos Aires:

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Salvador, Alvaro. Alejo Carpentier: Un siglo entre luces. Madrid: Verbum. 2005. Print.

Uslar-Pietri, Arturo. Breve historia de la novela hispanoamericana. Madrid: Edime.

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