Friday, December 5, 2014

Análisis Literario


Gustavo Adolfo Béquer
Claudia Schwinkendorf
25 de noviembre del 2014
Análisis Literario
Este proyecto tiene la finalidad de analizar tres cuentos de Gustavo Adolfo Bécquer, a saber, El monte de las ánimas, Los ojos verdes, y El rayo de luna  de la obra Leyendas (1865). Con lo cual haremos un estudio del punto de vista o focalización, la voz, la estructura de la historia, la estilística del discurso, el tono y el tema de estos mencionados cuentos.
I.- Punto de vista o Focalización. El monte de las Ánimas
Con respecto al punto de vista y después de formularme una pregunta legítima: ¿quién ve? Puedo decir que esta historia comienza con la exposición de una situación inicial, en la que el expositor del mensaje se identifica como un “yo” narrador. Este emplea el “yo” de la primera persona fija para contarnos unos hechos que a él ya le habían contado anteriormente: “La noche de los difuntos me despertó a no sé qué hora el doble de las campanas. Su tañido monótono y eterno me trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en Soria. (...) Yo la oí en el mismo lugar en que acaeció, y la he escrito volviendo algunas veces la cabeza con miedo, cuando sentía crujir los cristales de mi balcón, estremecidos por el aire frío de la noche” (25). Este “yo”  relata una tradición que había oído en Soria y que en la noche de difuntos, al no conseguir dormir decidió escribirla: “Yo la oí en el mismo lugar en que acaeció, y la he escrito volviendo algunas veces la cabeza, con miedo cuando sentía crujir los cristales de mi balcón” (25). Dentro de la narración de este “yo” se introduce a otra persona llamada Alonso, que resulta ser el personaje principal de esta historia. Este nos va a relatar los sucesos acontecidos, por lo tanto, nos narra una historia dentro de otra historia. Es de este modo como se alternan el uso de la primera y tercera persona, tiempos gramaticales que han sido usados para  poder contar lo sucedido aquella noche.
Finalizada la exposición; comienza el diálogo entre Alonso y su prima Beatriz, hijos de los Condes de Borges y Alcudiel,  que junto a sus padres y pajes, montados a caballo, inician el camino hacia la cacería. Alonso comienza a narrarle a su prima la leyenda que se sitúa una noche en el monte de las ánimas, y en el día de todos los santos: “Mientras duraba el camino, Alonso narró en estos términos la prometida historia: Ese monte que hoy llaman de las ánimas” (26).
En este punto del cuento tenemos a un narrador  llamado Alonso que es intradiegético- heterodiegético, ya que es un personaje que se encuentra dentro de la historia. Es heterodiegético ya que cuenta lo que le sucedió a otros. Alfonso cuenta además un cuento o historia dentro de otra historia lo que se llama metadiegesis: “Este monte que llaman de las ánimas pertenecía a los Templarios, cuyo convento se ve a la margen del río. Los Templarios eran guerreros y religiosos…Conquistada Soria a los árabes, el rey los hizo venir para defender la ciudad, lo que ofendió a los nobles de Castilla y contribuyo a crear un odio profundo entre ellos, llegando a tener una fuerte lucha” (27).
En la parte dos del relato tenemos a un narrador omnisciente que observa, describe el ambiente familiar, y conoce todo de los personajes. Este narrador nos cuenta que estando todos reunidos en casa de los Condes junto a la fogata, Alonso dispuesto a romper el largo silencio, abre el diálogo y le comunica a su prima que pronto se separarán. Le dice además que antes que aquello suceda desea regalarle una joya. A lo que ella le contesta que aceptar un regalo podía comprometer su voluntad, y que no lo aceptaría.  Comprobamos la omnisciencia de este narrador al decir: “más pálida, más inquieta, más aterrada” (34). Es por lo tanto un narrador que conoce los sentimientos y emociones de Beatriz. Al finalizar el cuento aparece otra metadiegesis ya que el narrador omnisciente nos cuenta otra historia de algo que otra persona vio: “dicen que después de acaecido este suceso, un cazador extraviado que paso…antes de morir pudo contar… ” (36).
II.- La voz
Al principio de la historia la voz es extradiegética, homodiegética ya que el narrador “yo” o supuesto Bécquer, cuenta lo que el escuchó. Cuenta además una historia pasada por lo tanto es una anamnesis. Luego al comenzar el diálogo entre Alfonso y Beatriz mientras cabalgaban, nos encontramos con un nuevo narrador llamado Alfonso, por lo tanto la voz aquí es Intradiegética- heterodiegética ya que el narrador Alfonso está dentro de la historia, y cuenta algo que le sucedió a otros. El hecho de que Alfonso cuente una historia dentro de la historia principal origina una metadiegesis en el cuento. Al final de la historia el narrador omnisciente presenta una segunda metadiegesis al contar una nueva historia de algo que un cazador vio antes de morir. Esto también se denomina epílogo.
III.- La Estructura Tradicional de la historia
La estructura tradicional de esta historia se divide en seis partes. Estas partes son: La exposición, el desarrollo, el suspenso, el punto decisivo, el clímax y el desenlace.
.- La exposición comienza con unas reflexiones que hace el narrador “yo” en donde nos explica el por qué escribió la leyenda. “la noche de difuntos me despertó a no se qué hora el doble de las campanadas… intenté dormir de nuevo. ¡Imposible!...” “por pasar el rato me decidí a escribirla” (25).
.- El desarrollo comienza cuando Beatriz y Alonso están de caza en el monte. Y este comienza a relatarle a su prima los sucesos que ocurrieron en tiempos de los Templarios en el Monte de las Ánimas.

.- El suspenso comienza cuando Beatriz le dice a Alfonso que se ha perdido su lazo. Con lo que en ese momento él exclama: “se ha perdido! ¿Y dónde? – preguntó Alonso incorporándose de su asiento y con una indescriptible expresión de temor y esperanza” (31).  Empieza aquí el suspenso ya que queremos saber que va  a pasar luego.
.- El punto decisivo es cuando Alfonso se dirige valientemente a buscar el lazo.
.- El clímax lo vemos cuando Beatriz intenta dormirse y no puede. Se siente demasiado intranquila.
.- Y el desenlace lo tenemos en el relato del cazador extraviado.
IV- Estilística del discurso:
Anamnesis: “me trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en Soria” (25).
Prolepsis: “dentro de poco sonará la oración en los Templarios y las ánimas de los difuntos comenzaran a tañer su campana en la capilla del monte”(26).  “presiento que no tardaré en perderte” (29). “… las ánimas amarillentas comenzarán a levantar sus amarillentos cráneos” (31).
Prosopopeia: “Alonso narró en estos términos la prometida historia” (26).
Epíteto: “luz clara y blanca”
Elipsis: “sea de ella lo que quiera”( se omite “la leyenda”).
 Paralelismo: “¡En el monte de las ánimas!. ¡En el monte de las ánimas! Tú lo...
Comparación: “¿Soy yo tan miedosa como estas pobres gentes?”.
Metáfora: “La imaginación es un caballo desbocado”, “clavando una mirada en la de su prima, que brilló como un relámpago” (30). Establece una relación mirada con el brillo de un relámpago.
Aliteración: “ecos de pasos que van y vienen”  repetición del verbo venir.
Hipérbole: “Las ánimas, cuya sola visión puede helar la sangre, tornar los cabellos a blanco, arrebatarle al torbellino de su carrera...”
Polisíndeton: “silencio, y volviose... y trasgos... y el zumbido... y el triste.
Onomatopeya: “Bah”.
Anáfora: “El agua de la fuente lejana caía y caía con un rumor eterno y monótono” (repetición de palabras)
Oxímoron: “suspiros que se ahogan” implica armonización entre dos conceptos.
Uso morfológico y sintáctico: abundan los sustantivos. Esto hace que sea un texto preciso y objetivo, aunque ligeramente idealista. Los verbos están en tiempo presente de indicativo, para dar mayor realismo a la lectura.
V.- El Tono: Terror miedo, suspenso.
VI.- El Tema: La historia transcurre en el llamado Monte de las Ánimas, en Soria, en el día de los difuntos. Cuando los Condes de Borges y de Alcudiel, junto a sus hijos y pajes se dirigían camino a la cacería, montados a caballo. Fue en ese momento cuando Alonso, empezó a relatar la leyenda del monte de las ánimas a Beatriz: Cuenta la leyenda que dicho monte pertenecía a los Templarios, que eran religiosos y guerreros a la vez. Por lo que cuando los árabes fueron expulsados de Soria, el Rey los hizo venir para defender la ciudad, lo que ofendió a los nobles de Castilla y se creó rivalidad entre ellos. Así, se inició una batalla hasta que el rey finalizó la lucha; el monte fue abandonado y en la capilla de los religiosos se enterraron los cuerpos de unos y otros. Cuenta la leyenda además que cuando llega la noche de los difuntos las almas de los muertos corren junto con los animales del monte y nadie quiere estar ahí en dicha fecha.
Una vez en casa de los Condes y reunidos todos cerca de la lumbre, sólo los primos estaban ajenos a la conversación. Alonso rompiendo el prolongado silencio, le dice a su prima que, debido a que pronto se separarán, a él le gustaría hacerle un regalo. Después de insistir mucho, la joven acepta una joya sin decir nada. Su primo a cambio le pidió algún obsequio suyo, a lo que Beatriz estuvo conforme y le expresó que en el Monte de las Ánimas se había perdido la banda azul y que era lo que deseaba regalarle. Alonso se sentía muy fuerte a la hora de luchar con cualquier bestia, pero le aterrorizaba la idea de ir a ese oscuro lugar en aquella fecha tan indicada y sintió miedo. Entonces motivado por una sonrisa de la bella dama, se dirigió aterrorizado, a recuperar la banda perdida para así contentar a Beatriz. En el Monasterio de San Juan de Duero, Soria pasaban las horas y Beatriz se desvelaba con los ruidos que escuchaba en sus pesadillas. Al despertarse no pudo volver a conciliar el sueño, así que decidió comenzar a orar muy asustada. Cuando amaneció sintió vergüenza de su comportamiento de la noche anterior al haberse asustado, y, entonces, vio su banda azul ensangrentada y desgarrada en su mesita de noche. Beatriz se quedó petrificada, no podía creer lo que veía. Más tarde fueron sus sirvientes a comunicarle la triste noticia de que Alonso había sido devorado por los lobos del monte, pero para sorpresa de ellos, la encontraron muerta de horror.
Dicen que después de este suceso, un cazador tuvo que permanecer una noche dentro del monte de las ánimas, y que antes de morir pudo contar que vio los esqueletos de los antiguos Templarios y de los nobles sorianos enterrados en la capilla, y además, pudo ver también como una mujer hermosa desmelenada, con los pies ensangrentados daba vueltas alrededor de la tumba de Alonso.



VII.- Elementos realistas de esta obra:
Toda la historia transcurre en lugares reales como el Monte de las ánimas situado en Soria a orillas del Duero. Se menciona El Monasterio de San Juan de Soria y  La puerta de Postigo  que todavía se conservan. También se hace mención del convento de San Polo y la orden de los Templarios.
 Aparece lo tradicional  y costumbrista representado en la iglesia que toca las campanadas a las doce de la noche para informar que es el día de todos los santos. En la obra también se pueden destacar toda clase de ruidos extraños, como por ejemplo: el ruido de unas pisadas que sonaban sobre la alfombra de Beatriz, el crujido de la madera; el azote de los vidrios del balcón; el agua que caía sin cesar, los ladridos de los perros, y las ráfagas del viento. Con estos sonidos  Bécquer pretendía transmitir al lector sentimientos de miedo e inquietud.  Los hechos sobrenaturales: muertos que salen del monte de las ánimas, las pisadas, los  tétricos sonidos, los aullidos, etc.  El autor quiere transmitir miedo.
Hay realismo en el amor que tiene Alonso por Beatriz su prima y en el hecho de que por ella es capaz de hacer cualquier cosa. Se mezclan los hechos pasados con los hechos actuales.
Elementos románticos: En la leyenda se aprecia el gusto por lo nocturno y por los ambientes sepulcrales. Los lugares en los que se desarrolla la trama están muy bien elegidos, son montes oscuros y solitarios,  que van acordes con el trágico final.
Personajes: Alonso físicamente es fuerte y atlético. Psíquicamente es impulsivo y valiente. Es un muchacho joven e inocente, enamorado de la hermosa Beatriz. Se deja llevar por ella y muere en su intento por complacerla. Es plano, nunca cambia.
Beatriz: Físicamente es esbelta y hermosa, con un porte que denota su condición noble. De cabellera oscura, labios finos y profundos ojos azules. Psíquicamente es orgullosa y fría. Ella es un personaje redondo ya que al final cambia se arrepiente, se preocupa y llora.
Otros personajes: Condes, sirvientes, cazadores, templarios e hidalgos.
Valores: Pone de manifiesto la fidelidad y la valentía de Alonso, con una visión del mundo en la que cabe la existencia del más allá (las animas). Esta fidelidad y valentía se aprecia en que por amor va al único lugar que él teme.
Escenarios: la totalidad de la obra se desarrolla en Soria,  en el monte y en la casa del Conde. Los escenarios son: el monte de las ánimas, el comedor donde cenan y los aposentos de Beatriz.
Tiempo: transcurre a mediados del siglo XIX. La obra es contemporánea al autor.
Es un texto escrito en prosa que pertenece al género narrativo del Romanticismo. En él predominan la narración y el dialogo. La función del texto es la expresiva, pues lo que importa son los sentimientos de los personajes de la obra. Tiene un lenguaje culto, aunque con ligeros toques de lenguaje coloquial.
 Conclusiones: He llegado a la conclusión de que Alonso, por el amor que profesa a Beatriz, supera sus temores y se interna en el monte de las ánimas, lo que le lleva a la muerte. También, que el espíritu de Beatriz atormentado por la culpabilidad vaga por el monte de las ánimas. El amor hacia personas queridas, hace que hagamos cosas sin pensar en sus consecuencias.
Hay una conexión que encaja dos temas a la vez. Bécquer recoge el tema folclórico universal con el enfrentamiento de los templarios contra los nobles señores de Soria, y añade a la obra el carácter de la mujer, la cual engaña al hombre para conseguir sus propósitos y dominarlo. Estos dos temas van constantemente relacionados durante la obra, son los que se ven con más claridad, que son la lucha y el amor.
¿Comenta el narrador o no? ¿Da juicios?
¿Le creemos o no?: Si es fidedigno y no miente.
¿A quién se cuenta? ¿Es narratario?: Si no se cuenta nada no hay narratario, es decir, no hay metadiegesis: Si le cuenta la historia a Beatriz
¿Hay descripción?: Si hay bastante nos describe un escenario de la época medieval, la chimenea gótica del palacio describe a los Templarios a los hidalgos
¿A qué clase social representa?  A la aristocracia habla de condes, pajes
Causa simpatía o antipatía el cuento en nosotros: me causo miedo y tristeza el final trágico de la pareja
Hay un mensaje simbólico o asociaciones subliminales de las palabras o signos para producir emociones conscientes. En la obra también se pueden destacar toda clase de ruidos extraños, como por ejemplo: el ruido de unas pisadas que sonaban sobre la alfombra de Beatriz, el crujido de la madera; el azote de los vidrios del balcón; el agua que caía sin cesar, los ladridos de los perros, y las ráfagas del viento. Con todos estos sonidos lo que pretendía Bécquer era transmitir al lector sentimientos de miedo e inquietud.



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