Incidencias surrealistas en la
literatura de Alejo Carpentier
Este trabajo de investigación expondrá la incidencia del surrealismo en la literatura
de Alejo Carpentier (1904-1980) y las
afirmaciones de los críticos sobre el surrealismo presente en una de sus
novelas fundamentales, El reino de este mundo (1949). Tratará
también el tema de lo real maravillosoamericano (género de literatura que combina elementos fantásticos y
fabulosos con el mundo real) presente en esta obra como una expresión de la
realidad americana y como una propuesta de la necesidad de una creación
artística esencialmente latinoamericana.
Es sumamente interesante que en esta
obra hay un vínculo entre lo real
maravilloso y la mitología del vudú, ya que ésta aparece como
parte integrante de “lo maravilloso americano” tal como lo dejó claramente representado
Alejo Carpentier cuando dice: “¿pero qué
es la historia de América toda sino una crónica de lo real maravilloso?” (Maturo
72).
Los diccionarios dicen que lo maravilloso es
lo que causa admiración por ser excelente, extraordinario y admirable. Se une a esto la noción de todo lo bello,
hermoso y amable descripción presente en las palabras del mismo Alejo
Carpentier cuando nos dice: “lo real maravilloso que yo defiendo es lo real
maravilloso nuestro, lo que está en estado bruto latente, omnipresente en todo
lo latinoamericano. Aquí lo insólito siempre es cotidiano” (14).
Otro ejemplo lo tenemos; al recordar la frase
de Bernal Díaz cuando contempla la ciudad de México por primera vez y dice:
“…todos nos quedamos asombrados y dijimos que estas tierras,
templos y lagos se parecían a los encantamientos de que habla el Amadís”(69). En esta frase tenemos un claro ejemplo de lo
sorprendente que fueron los primeros contactos, del hombre de Europa con lo real
maravilloso americano.
El enfoque de la incidencia que tuvo el
surrealismo en la literatura latinoamericana (el cual surgió en las novelas de
Alejo Carpentier alrededor de los años 40), comienza después que el autor
trabaja varios años para la radio en Francia, experiencia que además, le sirvió para reconocer y desarrollar su
potencial poético y didáctico.
La radio no sólo sincronizaba a una
sociedad entera, sino que también permitía
relacionar el lenguaje con la música. Llegaba a una cantidad
inimaginable de personas. Podemos decir que este poder de la voz radial sobre
las multitudes es afín a la hipnosis y a lo surrealista, considerando que la
voz radial sobre el subconsciente colectivo se aproxima a la práctica
surrealista de la escritura automática.
Anke Birkenmaier considera la obra de
Alejo Carpentier:
“Como un espacio donde se evidencia
la trascendencia del surrealismo en ámbitos culturales distintos al francés.
Carpentier hizo contacto con Breton y a pesar que se distanció de él desarrolló
su obra periodística literaria en continuo roce y confrontación, tanto en
Francia y tras su vuelta a Cuba, con un ambiente surrealista ineludible”. (13)
Carpentier fue uno de los primeros en
incorporar la percepción surrealista de la vida moderna latinoamericana en sus
obras, y para ello utiliza una gran cantidad de tópicos surrealistas que tienen
su origen en los textos de Breton y en experimentos radiofónicos. Se puede
decir entonces que la ficción de
Carpentier está íntimamente relacionada con el surrealismo no tanto mediante la
cita literaria, sino a través de todos estos métodos y narrativas aprendidas de
la radio y de disciplinas como la etnografía(de etno y logía) es la
ciencia que estudia las causas y las razones de las costumbres y tradiciones de
los pueblos, y de sus sociedades con sus
mitos) de las que se habló anteriormente.
Fue así como el novelista cubano se
sintió fuertemente atraído por el surrealismo, uno de los movimientos más
fecundos tanto en literatura como en arte del siglo XX. Esta atracción nació en el escritor como fruto de su contacto con los campesinos y
con grupos minoristas de La Habana. Luego de este evento, continuó su
trayectoria hasta escribir El reino de este mundo, que en síntesis es unarepresentativa
de las luchas independentistas del Haití negro contra el colonialismo francés y
una evidencia de los elementos africanos
presentes en las Antillas hasta el día de hoy.
El pensamiento surrealista se nutría
del pesimismo cultural de los años veinte y de las culturas primitivas con sus
ritos y fiestas que revelaban a un hombre más cercano a sus orígenes africanos.
De esta mezcla entre la etnología y el
surrealismo nacen las novelas de Carpentier con un afán de exaltar lo exótico,
dado en este caso por el criollismo, el vudú, el realismo mágico o maravilloso
y lo negro.
Según nos señala René Depestre: “… si
se entiende por maravilloso todo lo
que en la vida se aleja del orden natural y ordinario de lo hechos y de las
ideas, son pocos los países en el mundo que por ese camino del sueño, hayan avanzado con tanta gracia y
audacia como Haití” (141).
Se puede decir que muchos de los
acontecimientos narrados en El reino de
este mundo han sido tomados de acontecimientos históricos y de mitos que no son más que realidades
vividas y recordadas permanentemente.
Se expone a continuación la temática
de esta novela, ya que en ella el autor
nos da su idea de que América resulta el continente de lo real o
maravilloso. Es así como en esta obra
los personajes de ficción se mezclan con las figuras históricas. Así están por ejemplo entremezclado, Henri
Cristophe, Paulina Bonaparte, los palacios, la revolución, y en realidad todos los personajes históricos o
de ficción parecen quedar atrapados en
la maraña de lo sobrenatural.
Aunque la mayoría de los personajes son reales
e históricos, Carpentier los trata con un sentido más simbólico que real.
Simbólico por ejemplo es el personaje Ti Noel ya que es ficticio y es utilizado
por el narrador como testigo principal o como
protagonista de la novela pero, en realidad, este personaje es usado
para exponer el punto de vista del propio autor. Ahora bien, este hecho de usar
la perspectiva de un personaje ficticio y no usar el de otros con carácter
histórico que aparecen en el relato, demuestra la labor del autor de transferir
en maravilloso un período real de la historia americana.
Ti Noel es además utilizado como una
forma de comunicar lo real maravilloso y el surrealismo que encierran las
prácticas del vudú y de magia que tienen algunos capítulos. Es este personaje quien representa el mundo
mágico de los negros en oposición al mundo de los colonos. Por otro lado tenemos a otro personaje como
lo es Paulina Bonaparte que va a simbolizar el exotismo europeo en contraste
con el mundo haitiano.
El reino de este mundo narra pues, la
historia de un esclavo negro llamado Ti Noel que trabaja en una hacienda de
blancos en la Isla de Santo Domingo. Él es un esclavo perteneciente a un
francés llamado Monsieur Leormand, y en
ese mismo lugar trabaja otro esclavo de nombre Mackandal que tiene poderes
sobrenaturales y encabeza una revuelta de esclavos. Es así como a través de
estos hechos revolucionarios que esta
novela nos narra el proceso de independencia haitiano y el levantamiento de los
negros, encabezado por un jamaiquino llamado Boukman.
Esta novela también habla del pasado
histórico de Haití ya que como se mencionó anteriormente la trama de la novela
se desarrolla en la Isla de Santo Domingo, que hoy está dividida en república
de Haití y República Dominicana. Ciertamente esta novela posee mucha
documentación de la verdad histórica y de los acontecimientos presentes en los nombres de los personajes, calles, lugares
y fechas en la que suceden los hechos. Un ejemplo de esto es cuando Ti Noel y
Mackandal pasan a ser esclavos de un rey
negro llamado Henri Christophe, y con este dato proporcionado por el
autor, se deduce con certeza que este hecho, ocurre en la segunda mitad del
siglo XVIII y la primera del XIX. Ya que este personaje fue en la vida real el
presidente de Haití en los años
(1807-1811) y rey en (1811-1820). Nacido en la isla de Granada, y quien después
de pelear en Georgia durante la Revolución Americana, se dirigió hacia las
colonias francesas caribeñas de Santo Domingo (ahora Haití) en donde se unió a
los negros insurgentes para pelear en contra de Francia hasta convertirse en
uno de los líderes principales.
A continuación se exponen algunas de las
huellas surrealistas presentes en El reino de este mundo, las que se
pueden ver reflejadas en esa nueva estética surrealista, aplicada por primera
vez al tema americano. Se ve que Carpentier juega con la abstracción en esta novela, tanto en los personajes como en los
acontecimientos, y con ella se despierta ese deseo de plasmar la mitología viva
americana con sus selvas maravillosas, con el mundo mágico y con la presencia
afrocubana presente en los instrumentos de música, en el canto, en el ritmo y
la religión.
La música es una de las pasiones de este autor
reflejada en la novela, que junto a todo lo anterior forma una mezcla de lo
real y lo fantástico, que es ese mundo
mágico que está presente en América y que se expresa con lo insólito, lo
asombroso y lo que se sale de las normas establecidas para causar un efecto en
los lectores. Se revelan rasgos surrealistas, por ejemplo: lo fantástico de los
hombres que vemos en la metamorfosis de Mackandal y la transformación de Ti
Noel al final. También se ve lo real maravilloso en las acciones de los seres
humanos como por ejemplo: en el hecho de los esclavos querer liberarse de la esclavitud y la
opresión, en el hecho de querer liberarse de la muerte y de las enfermedades
usando poderes sobrenaturales. También se aprecia en el sentido revolucionario,
visualizado en los levantamientos de los negros. Se ve también cuando se hace
alusión a la crisis, a la decadencia social, al desengaño del hombre que
siempre se encuentra rodeado de miserias, de muerte y rodeado de muchas escenas
violentas.
Según nos señala la investigadora
alemana Anke Birkenmaier:
“En los textos de Carpentier podemos escuchar una voz latinoamericana
representada en los negros y los indios. Una voz que viene del inconsciente que
aprovechan los surrealistas en su escritura automática y manifestada a través
de medios como la radio y el gramófono.
También nos muestra los procesos surrealistas en el montaje, la
asociación y en el lenguaje”. (27)
Mariano Picón Salas dice que, “Esta
obra está escrita en un lenguaje colorista, lleno de voces misteriosas y
simbólicas como por ejemplo: garañones, el mandinga, barragana, cuarterona, trapiche,
cimarrón, jimaguas, etc” (27). Todos estos términos los usa el autor según nos
dice Fernando Alegría: “Como síntesis poderosas y profundas, amalgamas de
hombres y ambientes de visiones que superan lo circunstancial y cotidiano y que
es en definitiva un lenguaje barroco tropical lleno de construcciones
ornamentales” (8).
Se ha visto que El reino de este mundo es en resumen, una representativa de las
luchas independentistas del Haití negro contra el colonialismo francés. Motivo
por el cual en esta obra destacan muchos de los elementos africanos actualmente
presentes en las Antillas, como por ejemplo: una serie de mitos y de
acontecimientos históricos que como nos dice Landry –Wilfrid Miampika: “Organizan
el tiempo de la ficción desde una perspectiva social y para un proyecto
histórico de emancipación” (159).
Ahora bien, según Irlemar Chiampi
dice:
El reino de este mundo muestra la ‘mitologización
de la historia’ y la ‘historización del mito’ como procesos integrados y como
una muestra de conciencia histórica. En donde todos los personajes negros
tienen participación en estos mitos, que
se originan en los ritos del vudú, y con
los que estos seres humanos evocan sus temores, deseos y visiones del mundo.
(160)
En El reino
de este mundo se plantea el problema esclavista en complicidad con la
naturaleza junto con la persecución y opresión del hombre por el hombre, que la
Revolución no logra solucionar. También podemos decir que en esta obra, existe
un choque entre el mundo del iluminismo del siglo XVIII francés, con el mundo
mágico americano. Más de un fragmento de esta novela se ha quedado grabada en la memoria, por
ejemplo: ¿cómo no recordar la alucinante descripción real maravillosa de la salvación de la hoguera del rebelde
negro Mackandal descrita en esta novela?
¡Estuvo fantástica!
Según nos señala Leonardo Padura
Fuentes: “la idea de concebir a América, su historia sus hombres, su cultura y
hasta su naturaleza como una síntesis
privilegiada de presencias, acontecimientos y procedimientos
maravillosos, tiene su primer correlato artístico cabalmente consciente en la
novela El reino de este mundo” (274).
Carpentier tuvo un propósito en contar la
historia verdadera de la revolución haitiana, la que por cierto está basada en
la fe religiosa y en una religión vigente, razón de ser de los esclavos negros.
Y es que esta novela trata varios aspectos importantes ya que surge en un período de formulación y
reafirmación de las novedosas ideas americanistas de Alejo Carpentier.
En el contexto socio cultural por ejemplo, esta novela narra los
acontecimientos de la historia de Haití, durante dos siglos en los que se dio
el tráfico masivo de esclavos africanos y se vieron revueltas contra el
colonialismo esclavista y la rebelión de 1971 para luego lograr su independencia el primero de enero
de 1804.
Carpentier pertenecía al grupo de
escritores surrealistas radicados en París, que cansados ya de la cultura
occidental, de ese mundo en decadencia, incitan a Carpentier a trasladar la técnica
surrealista a una América virgen, a su paisaje, a sus gentes, a su historia con
una visión diferente, es de allí que se despierta en Carpentier el deseo de
plasmar la mitología americana, con sus selvas maravillosas, pero con un estilo
propio representativo de la historia de América: la mezcla de lo real, y lo
fantástico, el mundo mágico. Que por cierto se encuentra presente en América,
es decir, no es algo que hay que
inventar: Así lo expresa el mismo Carpentier en el prólogo a El reino de este mundo cuando dice:
Después de sentir el nada mentido
sortilegio de las tierras de Haití, de haber hallado advertencias mágicas en
los caminos rojos de la meseta central, de haber oído los tambores del Petro y
del Rada, me vi llevado a acercar la maravillosa realidad recién vivida a la
agotante pretensión de suscitar lo maravilloso que caracterizó ciertas
literaturas europeas de estos últimos treinta años. (3)
Carpentier propone la fe, como
vehículo de percepción de la existencia de una realidad maravillosa y hace una diferenciación con el realismo mágico
americano. Según nos señala Salvador Bueno: “en esta obra se refleja no solo el
continente americano, sino que además, se refleja la naturaleza física, la comunidad insular y las
cuestiones básicas y peculiares de ese país” (2).
Con esta investigación se puede
determinar que las prácticas mágico religiosas todavía existentes y practicadas
tanto en el Caribe como en América Latina, y que son popularmente conocidas como el vudú,
son prácticas esenciales de la historia de Haití. Que tienen sus comienzos con
la llegada de los de los primeros cargamentos de negros, traídos como esclavos a Santo Domingo,
quienes llegaron bajo el dominio francés
en la segunda mitad del siglo XVIII.
Según señala Landry-Wilfrid Miampika:
“el vudú es la religión popular fundamental de Haití y sirvió en la historia
política como fuerza unificadora contra la esclavitud y contra la colonización
a finales del XVIII” (143).
Patrick Collard corrobora este tema
al comentar: “Los surrealistas franceses en general estaban muy interesados en
el ‘vodú’ haitiano, mencionado en los textos de André Breton, Georges Bataile y
Michel Leiris” (17).
Es por ello que en los años 40 Haití
fue visitado tanto por escritores y artistas franceses como latinoamericanos.
Entre ellos estaban Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Wilfredo Lam, y fue
precisamente ese atractivo exótico del vudú, con sus posesiones, y muertos
vivos (zombis), o la magia primitiva de su pueblo, las que movían a todos estos artistas a visitar Haití
o “Isla mágica” como la llamaba William
Seabroock. En 1929 un libro de viajes recoge
las experiencias vividas por Seabroock durante más de un año de estancia en
Haití. Buena parte del libro está
dedicada a retratar las costumbres sociales y los complejos matices políticos de
esta isla. Lo que lanzó de inmediato a la fama, escandalizando, fascinando y
horrorizando a muchos de sus lectores, fue la descripción pormenorizada y
colorista que del vudú y sus prácticas mágicas y religiosas trazó el autor.
Durante su estancia en Haití este viajero siempre curioso consiguió llegar a
conocer los secretos de la religión haitiana.
En el caso de Carpentier fueron razones más
etnográficas que exóticas las que lo movieron a viajar a este lugar y a escogerlo
como escenario de El reino de este mundo.
Llama mucho la atención el
conocimiento detallado que Carpentier tenía de la etnología haitiana, y de sus
sociedades con sus mitos, fiestas, leyendas y del modo tan preciso que nos
describe la evolución de Haití con lujo de nombres y títulos. De ese mismo modo
nos relata la Revolución haitiana, que fue por cierto, la primera revolución
latinoamericana de origen popular.
Por otro como lo señala Rita de Maeseneer: “la idea de la
des-individualización de la persona posesionada por un espíritu que empieza
hablar a través de ella, debe haber fascinado sobre todo a los surrealistas
franceses tan dados a eliminar el consciente a través de la escritura
automática” (22).
El reino
de este mundo narra entre otras cosas, la historia de Haití entre 1750 y
1820. En ella se refleja el vudú, que es
la religión popular fundamental de Haití, y que sirvió como fuerza unificadora contra la
esclavitud y contra la colonización a finales del siglo XVIII desempeñando un
papel revolucionario por la independencia. Además, el vudú hace posible la
supervivencia de la herencia cultural africana, ya que era como una resistencia
contra la cultura dominante del momento.
Según Patrick Collar: “Una de las
razones por la cual Carpentier y otros se habrán sentido atraídos por la
etnología haitiana fue su exploración sistemática de la relación privilegiada
entre la religión (sobre todo el vudú) y el subconsciente colectivo” (20).
En medio de esta mitología del vudú
con todas sus prácticas mágico religiosas, y cultos a espíritus que vienen de
Guinea, aparece en El reino de este mundo
como parte integrante de lo real maravilloso americano. El vudú constituye la
base ideológica de la lucha que se emprenderá por la libertad de los esclavos y
la independencia de Haití. Con la novela
El reino de este mundo Carpentier no
se aparta de las técnicas surrealistas. Al contrario, toma de ellas la
expresión, el lenguaje, y la visión estética.
Los distintos episodios que sirven como ejemplo de lo real maravilloso
son: los viejos clisés de la selva de Brocelianda, los caballeros de la Mesa
Redonda, el encantador Merlín y el ciclo del rey Arturo. Carpentier demuestra
con estos episodios que se puede ser surrealista sin necesidad de emplear la
magia. Según nos dice Fernando Alegría lo que Carpentier se propone es: “demostrar
que el mundo fantástico de la poesía maldita del siglo XX, así como la
tradición gótica alemana e inglesa y del surrealismo negro, es una realidad y
que en América existe un depósito activo de fuerzas mitológicas a veces
dormidas, bajo una capa de occidentalismo superficial” (25).
Es por ello que en el terreno del
arte, esta novela da realidad a todo un sistema de símbolos que la cultura
europea no concibe sino en un plano estético abstracto. Se puede deducir que en esta novela hay una relación entre
surrealismo y arte popular que es el arte realizado por el pueblo y
para el pueblo, generalmente de una manera anónima, con finalidad decorativa y
con materiales simples y de escaso valor material.
La cultura afrocubana la encontramos
presente en esta novela en los instrumentos de música en el canto que es una
forma de oralidad, y por la transmisión de conceptos universales como la magia,
el ritmo, la música y la religión.
En
esta novela el tipo de narrador es omnisciente y los temas tratados son la
esclavitud, la búsqueda de la libertad, la superstición, la muerte y la
violencia. Aparecen varios personajes
históricos con artes de narradores que se refieren a varios hechos ocurridos en
el “Gran allá” uno de ellos era Mackandal. Inclusive, se ve los poderes que tenían al
ocurrir transformaciones de hombre a animal (Metamorfosis). Es así como se da
lo real maravilloso, mediante la presencia del vudú en esta novela, con todas
esas descripciones de los legendarios dioses guerreros que constituyen un vínculo
con sus ideales por la libertad, y la lucha contra los opresores. Este mito del
“Gran Allá” representa la mitología de los negros que añoran su libertad, (el
mito es una narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y
protagonizada por personajes de carácter divino o heroico), por lo que estos
esclavos llevan a cabo todos estos ritos para invocar a los dioses con el fin
que vengan y los ayuden a liberarse del yugo de la esclavitud.
Según
señala Zulma Palermo: “Los negros de Haití , al protagonizar una revolución
dentro del mundo blanco, irrumpen en la historia universal desde el estático y
mitológico Gran Allá, la Guinea de los mayores a la que permanecen ligados” (73).
Carpentier nos presenta un proceso de
deshumanización del hombre y una personificación de las cosas. Por ejemplo
cuando dice:
En las ciudades los artesanos eran diestros en ablandar los metales,
forjando espadas que mordían como navajas… Ríos caudalosos, nacidos del hielo,
lamían los pies del hombre. Bajo cobijas
de palma dormían tambores gigantescos, madres de tambores, que tenían patas
pintadas de rojo y semblantes humanos, Las lluvias obedecían a los conjuros de
los sabios. (15-16)
Luego tenemos otro ejemplo cuando nos dice: “El veneno se arrastraba por
la llanura del Norte, invadiendo los potreros y los establos. No se sabía cómo
avanzaba entre las gramas y alfalfas, cónio se introducía en las pacas de
forraje, cómo se subía a los pesebres” (27).
Carpentier hace con estos párrafos alusión a
la crisis y decadencia social y al desengaño de los seres humanos.
La historia narrada por Alejo Carpentier en El reino de este mundo es una historia increíble, rica en
asociaciones, simbolismos y un reflejo de un mundo vigoroso que vendría siendo
el mundo americano, contrapuesto a otro mundo decadente que es el mundo
europeo. La primera parte del libro
lleva a la visión mágica de la realidad que corresponde al mundo de las culturas
primitivas que es un término
antropológico que se aplicaba para
designar a la cultura que careciera de los principales signos de desarrollo
económico y de modernidad. Es utilizado habitualmente en plural (culturas
primitivas), en este caso a pueblos provenientes del África cuya religiosidad
incorpora elementos del cristianismo bajo la forma del vudú.
La segunda parte se traslada al plano social sobre el cual incide lo
religioso como un elemento que transformará la historia y también señala el
enfrentamiento cultural entre el mundo mágico negro y el mundo occidental enciclopedista.
En la tercera parte sucesos reales y míticos con carácter insólito como
lo son el reinado de Henri Christopher, con los que se afirma la historia de América
Latina. El reino de este mundo, un relato en donde el lenguaje barroco ha
servido para expresar ese mundo, ese paisaje maravilloso, todas esas gentes con
sus mitos ancestrales de los negros.
Éstos se prestan para que el autor haga uso de un lenguaje exuberante que es como una huella
o impresión del surrealismo europeo, que nos dejó impreso en esta novela el
escritor cubano Alejo Carpentier.
Obras
Citadas
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Mocega González, Esther. Alejo
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Salvador, Alvaro. Alejo Carpentier:
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Uslar-Pietri, Arturo. Breve historia de la novela hispanoamericana.
Madrid: Edime.
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